Iglesia Evangélica Luterana en Chile
Al Servicio de la Esperanza
Bendito sea Jesús que se dio a sí mismo para librarnos del presente siglo malo (Gálatas 1:4).
Ante el movimiento social que estamos viviendo la IELCH está llamada, a proponer de nuevo a los cristianos, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: la persona humana y su dignidad, como principio fundamental de la convivencia social, política y económica, es así como Reino de Dios se hace presente en el campo de la historia humana.
Como creyentes y seguidores del Dios de la Vida, ponemos toda nuestra esperanza en que los reclamos de nuestra sociedad sean atendidos, nos sentimos profundamente conmovidos por la realidad de pobreza y de deshumanización en nuestro país en el contexto de una sociedad que se des-humaniza ya que el modelo económico neoliberal que sustenta la globalización económica aumenta las desigualdades y las posibilidades de acceso a la educación, generando con ello pobreza, marginación, exclusión, vulnerabilidad, violencia, estigmatización, prejuicios e individualismo. Nos escandaliza que algunos se hagan ricos con el dinero de todos, y se privilegie los interés del mundo financiero y bancario sobre derechos del pueblo.
Apoyamos a la familia chilena y los estudiantes, en su reclamo de una sociedad más equitativa, solidaria e inclusiva, los resortes del Estado no alcanzan a captar la profundidad del clamor mayoritario del pueblo chileno, y la autoridad expresa su temor a la consulta popular.
Demandamos apertura a escuchar la voz de las multitudes, que pacifica, creativa y de constante expresión movilizada, que traspasa suma meses de movilización; reclamamos poner los instrumentos del Estado al servicio de la vida, y evitar la represión a mansalva, indiscriminada y totalmente desproporcionada.
Invitamos a todos los actores sociales a abrir canales de participación y dialogo para que todos los jóvenes tengan acceso a la educación, a la mejor posible, como un derecho y financiado por el presupuesto nacional.
Nuestro acompañamiento y bendición a los dirigentes estudiantiles, a los profesores y todas las personas de buena voluntad. Nuestra oración por las autoridades para que encuentren los caminos para el crecimiento, desarrollo y bienestar de todas y de todas, especialmente los que sufren, los pobres sin acceso y sectores medios endeudados. No es la única deuda social también están los deudores habitaciones, a la reconstrucción justa entre otras urgentes e ineludibles.
El mismo apóstol Pablo nos exhorta también a no conformarnos con este siglo sino transformarnos, renovando el entendimiento (Romanos 12:2).
Paz y bien para todos y todas.
Luis Álvarez
Pastor Presidente
Iglesia Evangélica Luterana en Chile